lunes, 26 de agosto de 2019

El juego de la copa



EL JUEGO DE LA COPA

Eran demasiado jóvenes para medir consecuencias. Todo lo tomaban como un entretenimiento y un poco en broma. Pasaron del juego de la botella que, con suerte a favor, les permitía intercambiar inocentes besos con las muchachas del barrio al juego de la copa sin saber nada de espíritus, ni almas en pena.

Un atardecer, los cuatro muchachotes se juntaron en una casa abandonada. Apartaron las telarañas de la puerta para lograr entrar y sobre una mesa desvencijada colocaron la copa. Ellos se acomodaron alrededor, sentados sobre unas gavetas de madera vieja. El más atrevido era Juanjo. Ya estaba saboreando la hazaña para después comentarla por el pueblo. Miguel y Pedro no estaban muy convencidos, pero apoyaban el capricho. Lucas, sobrino de la bruja del lugar, los había alertado sobre las inconveniencias de practicar ciertos rituales, ya que muchos espíritus no deseaban ser molestados y las consecuencias podían ser muy desagradables. Juanjo se reía y tildaba a sus amigos de miedosos, pero por las dudas andaba con una navaja en la cintura.

Tipo diez de la noche, comenzaron el experimento. El primero en preguntar fue Miguel:
-¿Estamos solos en la casa?
Por respuesta, un cuadro se desprendió de la pared y cayó pesadamente sobre el piso de mosaicos desteñidos.
-Parece que tenemos compañía, dijo Pedro, sin asustarse.
-Vayamos despacio chicos, expresó el sobrino de la hechicera, lo que acaba de suceder es la manifestación de un espíritu.
-¿Podemos saber quién eres?, indagó Juanjo con cierta provocación.
El cuadro voló desde donde había caído hasta el centro de la mesa. En realidad era un retrato desde donde una joven mujer en blanco y negro, escrutaba los ojos de los cuatro entrometidos. Un escalofrío recorrió los cuerpos de aquellos púberes, pero no estaban dispuestos a dar un paso atrás… Y siguieron preguntando:
-¿Tienes nombre, mujer?, rumió nuevamente el más osado de los cuatro.
El viento comenzó a soplar muy fuerte y la ventana se abrió de par en par. Un papel amarillento sobrevoló el ambiente por un momento hasta posarse también en la mesa, cerca del retrato. Con letras rojas de sangre, se leía: “Ana”.
Las cuatro miradas se encontraron en un punto y los hombros se encogieron dando a entender que nadie había conocido a una tal Ana, ni habían sentido hablar de ella en el poblado. Sin embargo a Lucas, por un instante, la imagen de la dama le había resultado familiar.
-¿Viviste en esta casa?, se animó Lucas a su primera pregunta.
Fue entonces que todo comenzó a cobrar vida en el tugurio, el vaso empezó a levitar y subió treinta centímetros por arriba de la mesa, los muebles comenzaron a cambiarse de lugar sin que nadie los tocara, de un piano vetusto que ocupaba un rincón del desván se desprendía una música muy bella pero también muy triste. A esta altura Miguel y Pedro ya querían salir corriendo de la habitación.
-¿Puedes señalar si conoces a alguno de nosotros?, retrucó Juanjo mientras la taquicardia se apoderó de los otros tres.
Entonces el vaso descendió a la superficie de la mesa y se colocó frente a Lucas que, impávido, no salía de su asombro y de su incertidumbre.
-¿Qué relación tenías conmigo?, inquirió con impaciencia Lucas.

En ese preciso instante, se abrió la puerta de la casona y apareció la tía vidente. Ana salió del retrató y con un movimiento rápido tomó la navaja de Juanjo, y la clavó en la garganta de la hermana a la altura de la yugular. Al mismo tiempo, una voz de ultratumba reveló: “Te adueñaste de mis poderes y de mi hijo. Ahora mi alma puede abandonar esta dimensión y descansar en paz”. Un rayo de luz escapó por la ventana, llevándose las lágrimas de Lucas. Pedro y Miguel huyeron despavoridos. Nunca más se supo de ellos en la aldea. La maldita maga murió desangrada en el umbral del pórtico.

Juanjo fue hallado como único culpable del crimen.

Silvana María Mandrille

Mención de Honor Género Cuento
18º Certamen Internacional de Poesía y Cuento
Ediciones Mis Escritos
Buenos Aires, Agosto de 2019


Resultados Finales - 18º Certamen Internacional de Cuento
1º Premio - Bossa, Jorge Emilio
Decisión
San Francisco - Cba. - Argentina

San Francisco
2º Premio - García, María Narcisa
De a raptos

Ciudad de Bs. As. - Argentina

C.A.B.A.
3º Premio - Caramés, Sara
Zapatos rojos

Mar del Plata - Bs. As. - Argentina

Mar del Plata
4º Premio - Maggio, Adriana Irma
Manos de pintura

Ciudad de Bs. As. - Argentina

C.A.B.A.
5º Premio - Kerschen, Eduardo Roberto
El tren

Garín - Bs. As. - Argentina

Garín
Mención de Honor - Álvarez, María Elvira
Primera fila

Alejandro Korn - Bs. As. - Argentina

Alejandro Korn
Mención de Honor - D'Alesandro, Raúl Oscar
Brenda me abandonó

Mar del Plata - Bs. As. - Argentina

Mar del Plata
Mención de Honor - González, Teresa María
Una rosa en el desierto

Bella Vista - Tucumán - Argentina

Bella Vista
Mención de Honor - Goñi Capurro, Juan Pablo
Gritos en la oscuridad

Olavaría - Bs. As. - Argentina

Olavarría
Mención de Honor - Hincapie, Humberto
Como atrapar a un ladrón

Kariong - Australia

Kariong
Mención de Honor - Katz, Mario
Castorino

Ciudad de Bs. as. - Argentina

C.A.B.A.
Mención de Honor - Mandrille, Silvana María
El juego de la copa

San Francisco - Cba. - Argentina

San Francisco

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